• ¿Quién se ocupa de las grietas en la pared?

  • Uno de los hallazgos más preocupantes para muchos propietarios y vecinos de una comunidad son las grietas en paredes, muros, fachadas, tabiques o escaleras. La causa de dichas grietas es ampliamente variable, ya que pueden desarrollarse como producto de un revestimiento inapropiadamente aplicado, por el uso de materiales de mala calidad, por problemas de filtración y humedad, entre otras causas.

    El origen más frecuente de las grietas es el asentamiento de la infraestructura sobre el terreno en el cual se ha edificado, lo cual se produce normalmente en los 10 primeros años de vida útil de los edificios. Es preciso que ante el hallazgo de una nueva grieta siempre se considere esto como un problema importante para que de esta manera la comunidad contacte con los respectivos profesionales quienes analizaran las características de la falla y las medidas necesarias para solucionarla.

    ¿Grieta o Fisura?

    Una de las primeras cosas que se deben hacer ante el problema en cuestión es conocer si se trata de una grieta o si es una fisura. Esto lo puede hacer cualquier persona por sus propios medios, dado a que una fisura es aquella avería en el revestimiento de una pared, fachada o tabique que comprende la pintura, yeso o el cemento, de esta manera, el ancho de la fisura es mínimo del grosor de un pelo o una vena. De esta forma la fisura no representa una amenaza para la seguridad y estabilidad del edificio, es un defecto estético del revestimiento.

    Por su parte, la grieta es un problema de mayor envergadura, ya que presenta una falla profunda que comprende parte del grosor del muro dado a que representa un problema de los ladrillos y los materiales que integran el muro. Se identifican puesto que son aberturas gruesas y profundas en las cuales se puede introducir un lapicero, tienen dirección diagonal, forman una escalera en su trayecto o se entrecruzan. Este tipo de problema representa un peligro inminente ya que compromete la estabilidad del edificio.

    Algunas veces resulta difícil precisar cuándo se está ante una grieta o una fisura, y cuando este problema es potencialmente peligroso para el edificio o no, por esta razón, siempre es necesario contar con la asistencia y evaluación de un experto que tenga la capacidad de identificar profesionalmente las características de la grieta.

    ¿Qué se puede hacer si existe una grieta en un muro?

    Si la grieta la hemos percibido en nuestra vivienda y habitamos en una comunidad de propietarios, lo ideal es comunicar dicho hallazgo en la junta de vecinos para conocer si es una grieta aislada o si están comenzando a presentarse grietas en otros pisos, lo cual representaría un hallazgo preocupante.

    Es necesario que se eviten cualquier tipo de medias para enmascarar las grietas tales como agregarles masilla o plaste, ya que esto no soluciona el problema y solo alterara la evaluación por un profesional. Lo mejor que podemos hace ante una grieta es observarla y estudiarlas.

    En el estudio de la grieta buscaremos las características anteriormente descritas que indican el potencial peligro de estas fallas o aberturas. Es necesario anotar todas las cualidades que hemos visualizado en la grieta y realizar un seguimiento para verificar si cambia de características con el paso del tiempo o si la grita se extiende. De igual forma es conveniente buscar en la grieta signos de alarma como la presencia de crujidos y vibraciones.

    Ante la presencia de cambios importantes en las características que inicialmente habíamos percibido en la grieta se debe actuar con rapidez contactando con un experto en el área. Ahora bien, existen grietas que desde su aparición requieren una inmediata evaluación por parte de un profesional, estas grietas son las que aparecen en los pilares o muros de soporte y carga.

    ¿Quién debe responsabilizarse por la reparación?

    Si se está ante una grieta que requiere una obra para su reparación, esta será responsabilidad de la compañía constructora si el edificio tiene menos de 10 años de vida. Si ya se ha agotado el periodo del seguro decenal otorgado por la constructora, el pago de las obras de reparación lo cubrirá el seguro que hayan contratado la comunidad de vecinos para el edificio.